DESPERTAR SOCIAL SE PREPARA PARA ABRIR SU PROCESO DE AFILIACIÓN
El 18 de diciembre ha sido un día importante para Despertar Social. A falta de terminar las gestiones necesarias, el partido se prepara para abrirse a los afiliados. Es decir, para iniciar oficialmente su actividad pública una vez finalizado el proceso de legalización. Una vez se anuncie oficialmente por parte de los responsables del partido, todo aquel que así lo quiera podrá afiliarse a él y entrar a formar parte de su comunidad. Despertar Social se concibe como una organización que va mucho más allá del mero partido político. Pretende, por el contrario, ser capaz de proporcionar un servicio efectivo a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Frente a una burocracia pesada e insensible, el partido se presenta como un canal ágil a través del cual los ciudadanos puedan articular sus intereses.
Pero no sólo eso. El objetivo no es conformarse con ser una fuerza pequeña, bisagra de los partidos más grandes, sino que aspira a crecer hasta convertirse en el principal movimiento político de este país, acceder al Gobierno de la nación y desarrollar el cambio social que la sociedad necesita por medio de una transformación en profundidad del sistema político. Pues está claro que sólo a través de una organización que tenga muy claro cuál es su objetivo final se dotará al país del instrumento necesario para el cambio. Si se asume que las personas ya no pueden confiar en las instituciones, que los partidos que actualmente operan en los parlamentos ya no sirven para representar a su gente, entonces no cabe más que asumir una alteración significativa de las reglas del juego. Es decir, ir hacia un proceso constituyente, una nueva Constitución y unas normas políticas diferentes. El sistema político actual acabará devorando y corrompiendo cualquier iniciativa limpia que se plantee a no ser que ésta pase por utilizar sus arterias para avanzar rápido hacia su modificación.
Este es el compromiso que asumen los promotores de Despertar Social. De lo contrario, más fácil sería ingresar en las filas de otros partidos políticos más grandes y esperar desde allí a que cambien las cosas. La realidad es que la metáfora lampedusiana cobra especial sentido aquí, en tanto que es claro que todos los cambios que operan los políticos sólo sirven para beneficiarles a ellos mientras todo sigue igual para el pueblo llano. Esta es la razón por la que los partidos del sistema no sirven. Y esta es la razón por la que los nuevos partidos a su vez han derivado hacia un autoritarismo cesarista que refleja lo peor de los vicios de la clase política.
Es, pues, en estos momentos, cuando cobran relevancia los tres principios sobre los que ancla nuestro movimiento:
Humanismo
Justicia Social
Instituciones Limpias