ALCALDE MENTIROSO
Gabriel Cruz ha confirmado lo que era un secreto a voces: que va a ser el candidato a la Alcaldía de Huelva por el PSOE. Era algo que se sabía y que hasta el más despistado veía venir. Lo que muchos olvidan ahora, pero que es obligatorio recordar, es que en el año 2015 firmó ante notario que sólo estaría ocho años en el cargo, en el seno del Decálogo ético del partido socialista. Como se puede comprobar en este vídeo.
El que esto sea hoy papel mojado demuestra que las concomitancias del PSOE con la nueva política no eran más que movimientos oportunistas dirigidos a que nuevos partidos como Podemos o Ciudadanos no pusieran en peligro su coto electoral. Pero sin ninguna intención real de regenerar la vida política. Una mentira más dentro de la política de las mentiras. Que se acumulan para este alcalde, que trata ahora de cumplir apresuradamente con las promesas inconclusas para ganarse artificialmente el favor de los onubenses. Razón por la que la ciudad está ahora patas arriba.
Pero no es sólo que en tres meses pretendan hacerse las obras que se tendrían que haber hecho durante estos ocho años, o que, de repente, el Ayuntamiento pretenda acercarse a los barrios fotocopiando la idea planteada por Despertar Social para volver a ignorarlos después del 28 de mayo. Es que todo obedece a una estrategia que atiende a los intereses del PSOE y, particularmente, de Pedro Sánchez. Al que Gabriel Cruz se parece cada día más en su falta de respeto patente a la verdad y al engaño sistemático del ciudadano, pensando que no nos damos cuenta de las cosas.
El partido de Sánchez es consciente de que no puede permitirse perder ninguna capital de provincia en Andalucía, y mucho menos la única en la que gobierna con mayoría absoluta, que es Huelva. Como no tiene ningún otro candidato de envergadura para medirse con el resto de las formaciones políticas, el ataque de pánico tanto en la Moncloa como en las altas esferas del PSOE de Andalucía ha llevado a tener que forzar a Cruz a quedar como un evidente mentiroso, relegando su código ético a una reliquia para la galería. Juan Espadas sabe que, como este 28 de mayo pierdan algunos de sus principales feudos, sus días como líder del socialismo andaluz están contados.
En cualquier caso, queda clara la catadura moral de un alcalde y de un partido que, si hay algo que han demostrado a los onubenses y a todos los españoles, es que son incapaces de mantener su palabra, y que las promesas electorales, propósitos éticos y compromisos sociales son sólo instrumentos de manipulación del voto para alzarse con el poder y retenerlo mientras sea posible. Esta es la Clase Política, en su expresión más grotesca, contra la que combate Despertar Social.