¿A QUIÉN SIRVEN LOS QUE DICEN SERVIRNOS?
Juan Manuel Moreno Bonilla, expropia tierras de olivares en Jaén y Granada para que las multinacionales de la energía “verde” puedan poner sus placas solares.
Antonio Mora
El que fuera ministro de Economía de Rodríguez Zapatero, Pedro Solbes, tristemente ya fallecido, bendijo la venta de Endesa a la italiana Enel en 2009, y, una vez fuera del gobierno, unos dos años más tarde, fue nombrado consejero independiente de Enel. Casualidades de la vida…
Pedro Sánchez, consciente de que, al menos democráticamente, no va a seguir en el gobierno, ha probado, primero, con graves consecuencias, a ser “Mr. Green” ante las multinacionales de la energía; después, a comprar premios -con dinero público, eso sí- y ser más Agenda 2030 que las propias élites globalistas; y, por último, se ha convertido en el campeón mundial de la defensa de Hamás. ¿Lo veremos al frente de alguna “multinacional de la caridad” en el futuro? ¿O en la ONU? Todo esto por no hablar de que el matrimonio “presidencial” estuvo en la India durante el desastre de la gota fría valenciana. ¿Quizás probando fortuna en Bollywood? Échenle imaginación…
Juan Manuel Moreno Bonilla, expropia tierras de olivares en Jaén y Granada para que las multinacionales de la energía “verde” puedan poner sus placas solares. Tiene todo el desierto de Almería, por ejemplo, para poner las dichosas placas, pero él insiste en que sea en terreno de olivares. Como soy muy malpensado, no me sorprenderé con los futuros avatares empresariales del señor Moreno Bonilla cuando deje la política. Ya le he pedido a la inteligencia empresarial un listado de empresas españolas comercializadoras de aceite de oliva “deslocalizadas” al norte de África (ésas que etiquetan el aceite como “de UE/no UE”) y, otra, de esas empresas de la energía que van a poner estas placas. Obviamente, no insinúo nada, sólo busco, por simple entretenimiento, explicaciones descabelladas a las cosas que no comprendo de un político que dice ser “presidente de Andalucía” y no es, quizá por propia previsión de futuro, más que un “funcionario de lejanos intereses ajenos a los andaluces” (la maldita agenda 2030 que tanto defienden populares y socialistas a pesar de ocultarla en sus programas electorales).
El asunto es viejo, como el Mundo. ¿Recuerdan la parábola del administrador infiel?: como el amo sospecha de la mala gestión del administrador de sus bienes, se plantea despedirlo. Éste, sabedor de que se le acaba el trabajo, se dedica a perdonar deudas de su señor para poder “cobrarse el favor” en el futuro, con los acreedores de su amo. ¿Qué les parece? Se preparó su nueva vida, para cuando perdiese el trabajo…pero con el dinero de otro.
La ausencia de controles, junto con la incompetencia profesional de los políticos actuales, lleva a este “prepararse el futuro” a toda esa gente que empezó su andadura en las juventudes de un partido y, hoy por hoy, no podrían plantearse vivir de un oficio. La sociedad ha aceptado esto como algo normal. Lo pagamos nosotros. Y es la explicación de esas políticas que no entendemos.
