Un discurso peligroso

El verdadero peligro para la Democracia no es Donald Trump, sino la ideología woke que pretende la censura en las redes sociales y proscribir los discursos disidentes.
Pablo Gea
Se dice ahora que Elon Musk, al opinar libremente sobre las elecciones en Alemania, comete una injerencia en los asuntos internos de un país soberano. Entonces digo yo, ¿cómo cabe calificar a todos esos jefes de gobierno, ministros y políticos de primera fila que se han pasado toda la campaña electoral de Estados Unidos apoyando expresamente a los Demócratas y a Kamala Harris, mientras denostaban al hoy presidente y al Partido Republicano? ¿Deberían los Estados Unidos sancionar a los países que han permitido que sus líderes hicieran eso? ¿Cuando hablaban ejercían la libertad de expresión, o pretendían orientar intolerablemente a los ciudadanos de una nación soberana? La doble vara de medir es increíble.
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