UNA PREGUNTA INCÓMODA
Existen “soberanistas”, pero no “nazis” ni “fachas”…
Antonio Mora
La Dictadura de Úrsula von der Leyen y su Banda Totalitaria de populares y socialistas, ya ha impedido, con malas artes judiciales, la libre elección democrática de Georgescu por el pueblo rumano. Ha implantado el euro como moneda en Bulgaria contra la voluntad de su población. Ha burlado la expresión electoral de la voluntad popular en Alemania con un pacto que deja fuera a la segunda fuerza en resultado electoral. Y posteriormente, con una sentencia que todavía no es firme, pretenden inhabilitar a Le Pen para la Presidencia de Francia. Copian, pues, el proceder electoral de Nicolás Maduro y Daniel Ortega.
En España, a cuenta de los aranceles de Trump, los medios de comunicación del bipartidismo están atacando a VOX como nunca. Diríase que la imposición de aranceles a una Europa que ya había autodestruido previamente su economía, la hubiese pedido Abascal. La sucursal española de la Banda Totalitaria ya ha ordenado a sus subvencionados que acusen a VOX de la “enorme subida de precios que ha de venir”. Porque ahora nos dirán que la tortilla de patatas, el gazpacho y la paella “vienen de USA y con altos aranceles”, igual que nos contaron antes que “las sandías venían de Ucrania a precios de conflicto”. Lo de la inflación y ruina que han provocado ellos con sus políticas “tontoambientales”, una legislación absurda, el acoso a la inversión productiva y el demencial gasto público, no tendrá nada que ver, ya se lo anticipo… El cohete sanchista de la economía española lo habrá frenado Trump. Él solito. ¡Qué malvado!
Los chicos de los EREs andaluces y las Mascarillas, en colaboración con los de Gürtel, no sólo han impedido el acceso de VOX a cualquier representación que por su peso electoral pudiera corresponderle (lo último ha sido lo de la Junta Electoral Central, lo que da pie a cualquier sospecha en esta democracia liberal que cada día es más “democracia orgánica” o, mejor, “democracia popular” ) sino que, además, estigmatizan a la presunta “extrema derecha” mientras que exaltan sin complejos a contrastados comunistas y filoterroristas. Aprovecho para hacer una aclaración: si bien el infantilismo de izquierdas necesita un “Coco” que lo mantenga sumiso, es preciso informar a la Progrez que la “ultraderecha” no existe en España. Existen “soberanistas”, pero no “nazis” ni “fachas”… Si éstos existiesen de verdad, y no sólo en vuestra imaginación miedosa, se habrían agotado las existencias de antidiarreicos en las farmacias de toda España.
La cuestión que se plantea inevitablemente, cuando unas fuerzas soberanistas con cada vez más apoyo popular en Europa, son estigmatizadas por los medios ensobrados del bipartidismo, no se les da la representación institucional correspondiente a su fuerza electoral, a sus líderes se les impide con malas artes judiciales presentarse a las elecciones, se intenta ilegalizar a sus partidos, se distorsiona el actual censo electoral con “nuevos ciudadanos adecuadamente subvencionados” o, directamente, se ningunea el resultado de la voluntad expresada en las urnas, es que se está transmitiendo a millones de electores que con su voto no podrán nunca cambiar las cosas, que su opinión sobre cómo debe gobernarse la UE no va a tenerse en cuenta por muy mayoritaria que sea, que daría igual que depositasen su voto en la papelera. En definitiva: que, para ellos, la democracia no aplica. ¿Cuánto tiempo podrá sostener la Banda Totalitaria la ficción de una Europa Democrática?
